miércoles, 28 de octubre de 2009

Trekking por los Annapurnas!!


Acabamos de volver de nuestro mini trekking por los Annapurnas. Decimos “mini” porque han sido sólo 6 días respecto a los más típicos por esta zona que son (1) el ABC (Annapurna Base Camp) y (2) la vuelta completa a los Annapurnas, aunque con la de escaleras que hemos subido y bajado, no tenemos la sensación de que haya sido un trekking suave ni mucho menos!

Nos ha dado un poco de penita no hacer alguno de los Annapurnas, pero como no teníamos ni la ropa ni el calzado adecuado (además de sacos) para el frio polar que hace a partir de 4mil metros, decidimos no aventurarnos y dejarlo para más adelante, ya que a Nepal nos gustaría volver en un futuro!

Nosotros hemos hecho el trekking de Gorepani a Gandruck pero con ampliación para llegar hasta unos hot springs (aguas calientes al lado del rio) que hay en Jinu. El recorrido es genial y cada día es distinto. Hemos pasado por bosques tipo jungla, puentes colgantes, cascadas, pueblos que tienen la carretera más cercana a varios días andando, y todo esto amenizado con vistas a los Himalayas. Las dos vistas más chulas se ven desde Poon Hill, al lado de Gorepani, desde donde se tienen vistas 360º desde 3200m de altitud y en el camino de Gorepani a Tadopani donde se ven si cabe todavía más cerca. Hemos visto varios picos: el Annapurna South, los Annapurnas I,II y IV, el Machapuchare o también conocido como cola de pez (este desde varios lados) y el Daulaguiri, éste último el más alto de la zona con 8167 metros.

Nos ha llamado la atención lo dura que es la vida aquí en las montañas; los pueblos que ya están a más de 2000 metros distan mucho entre unos y otros, no hay carreteras que los unan, y para poder ir a ciudades como Pokhara, necesitan varios días andando. Pero por otro lado, maravillas de la globalización, en todos encuentras coca colas, patatas fritas, tabaco, barritas de chocolate, etc… ¿Cómo consiguen esto? Con otra maravilla de la naturaleza: los porteadores nepalíes, hombres que llevan cargados pesos enormes ayudándose únicamente de su frente. Estos porteadores también son los que suben las mochilas de la gente que los contrata (suelen llevar 2-3 mochilones cada uno de ellos).



Nosotros hemos ido por nuestra cuenta sin guía ni porteador. La verdad que no llevábamos mucho peso y lo podíamos cargar nosotros y la ruta está además de clara, bastante transitada con lo que tampoco vimos la necesidad. Nos imaginamos que para trekkings más largos o cuando tienes que subir a más altura la ayuda de esta gente (sobre todo porteadores) posiblemente lo haga mucho más llevadero.

Como resumen de nuestra experiencia, decir que hacer trekking en Nepal, además de barato (ojo al dato, porque los alojamientos por día son menos de 1 €) es reconfortante para los sentidos (estás en plena naturaleza, viendo casi en todo momento las montañas y picos más altos del mundo) y te permite conocer a gente de muchos países con los cuales pasas veladas muy agradables al final de cada día, con un hot lemon tea o una tazita de chocolate caliente al lado de una caldera calentita.

jueves, 22 de octubre de 2009

Yoga y Diwali

Acabamos de finalizar nuestro pequeño curso de Yoga en Pokhara, en un sitio idílico enfrente del lago Phewa, una experiencia realmente sensacional para nuestro cuerpo y mente.




Vamos a explicar la rutina que hemos seguido estos días, que aunque parece un poco durilla, se nos ha hecho bastante entretenida:


1. Nos levantábamos a las 5:45 y dedicábamos la primera hora a practicar meditación (tras realizar estiramientos, estábamos entre 30-40 minutos con la postura de flor de loto sentado y repitiendo varios mantras como “soujan” o “ommm”). Marisol aguantó el primer día, el resto se la saltó tan ricamente.

2. A las 6:45 nos íbamos a dar un pequeño paseo de 45 minutos por los alrededores, para estirar las piernas.

3. A las 7:30, tras regresar del paseo, tomábamos un té (y eso que a mí no me gustaba nada antes) y pasábamos a la siguiente actividad: limpieza de narices, literal. ¿En qué consiste? Muy sencillo: primero te colocas el extremo de una regadera que contiene agua caliente con sal en un orificio de la nariz al tiempo que vacías el contenido, que va saliendo por el otro orificio de la nariz (hay que tener la cabeza ladeada y hacia adelante, con la boca abierta, para evitar tragar el agua). Luego se hace lo mismo por el otro orificio. Esta técnica es muy saludable y sirve para resfriados o curar alergias al polen, entre otros.




4. A las 8:00 practicábamos yoga durante una hora, bastante intensa y de la que salíamos exhaustos y con un hambre voraz.

5. A las 9:00 teníamos desayuno y seguido a las 9:30/9:45 podíamos elegir baños de barro o sauna (cogimos ambos, varios días, y la verdad que te quedas como nuevo).

6. A las 12:00 vuelve a haber meditación hasta la 13:00, que es la comida y tras la cual hay tiempo libre hasta las 16:00 (la hora del café).

7. A las 16:30/16:45 teníamos cantos (aunque estuvimos dos días, luego nos pareció un poco coñazo y pasamos olímpicamente). Uno de ellos era tan sencillo como “Jai Mata Kali, Jai Mata Durguei, Kali Durguei nayu nama” (ni papa de lo que significa)

8. A las 17:30 volvíamos a tener yoga, si cabe más intenso que el de por la mañana, para después pasar a cenar a las 19:00 y estar un rato de charla.


Ni que decir tiene que a las 21:00 estábamos tod@s en la cama, durmiendo para volver a empezar la rutina al día siguiente.


El ambiente ha sido superchulo, porque hemos coincidido con mucha gente de distintos países y que curiosamente todos teníamos en común que estábamos viajando durante varios meses (algunos hasta dos años!!). Además hemos tenido mucha suerte porque hemos vivido el Diwali que es una fiesta tipo Navidad (su significado es Fiesta de la Luz, porque coincide con la luna nueva). Con este motivo, la gente adorna las casas con dibujos y velas, hemos tenido comidas especiales y grupos de gente que nos han venido a cantar y bailar a la escuela.



Finalizado el curso de yoga nos disponemos a empezar nuestro siguiente desafío: trekking por los Anapurnas!!

domingo, 18 de octubre de 2009

Llegamos a Nepal: Kathmandu y Pokhara

Dejamos la India y volamos a Nepal, concretamente a su capital Kathmandu. Nuestro hotelito, Ganesh Himal Hotel, se encuentra en el barrio de Thamel y podemos destacar que además de céntrico tiene mucho encanto y es bastante asequible de precio (entorno a unos 20 USD).

El barrio de Thamel se caracteriza porque está lleno de restaurantes, agencias de viajes que te organizan todo tipo de viajes, tiendas locales que te venden imitaciones de distintas marcas de prendas de montaña (North Face, Mammut…); tiene como inconveniente que por sus calles circulan un montón de coches, bicis y motos que hacen que andar por ellas sea una aventura, además de que la polución resulta más que considerable, molesta en algunos momentos. De cualquier forma, lo encontramos mucho más organizado y limpio en comparación con la India.



En Nepal coincidimos durante los 4 primeros días con nuestros amigos Judit y Dani de Huesca; los primeros dos días hacemos algo de turismo en la capital, visitando lugares bastante emblemáticos como son las Estupas de Swayambhunath y la de Boudha (ésta última la más grande de Nepal) y visitando más en profundidad el barrio de Thamel para hacer alguna comprita. Aprovechamos para contratar un jeep que nos lleve a Pochara (al norte) y tras regatear un poco, aquí como en la India se hace inevitable, conseguimos un precio razonable para el trayecto que es de unas 6-7 horas.


El viaje a Pokhara el tercer día es muy chulo, aunque la salida de Kathmandu es un pequeño infierno porque para un trayecto de unos 50 km estamos como 2 horas!! A lo largo del trayecto vas viendo paisajes de montaña realmente preciosos, con puentes colgantes, muchísima vegetación, pequeñas cascadas (alguna de las cuales llegamos a subir con algún que otro apuro), ríos con rápidos donde agencias locales llevan a grupos a practicar rafting … y por fin, conforme nos acercamos a Pokhara, empezamos a vislumbrar picos con nieve, entre ellos el Annapurna y el Machhapuchhare (ambos de más de 6000 m, aunque la sensación de altitud que te dan no es tanta, puesto que están bastante lejos).


Nuestro hotel, Grand Holiday Hotel, está pegado al Lago Phewa, y tenemos vista a las montañas, algo que es esencial aquí (tenemos una ventana gigante, y todo por 14 €!!). Resulta espectacular ver el amanecer sobre los picos, como el sol va iluminando la parte más alta, adquiriendo un tono rosado, para luego quedarse de un blanco perfecto. Cuando mejor se ven las montañas y picos es en la franja horaria de 6:00 hasta las 9:30 de la mañana, porque luego, se suelen cubrir de nubes y es imposible verlos enteros.





En Pokhara a lo largo del día 4 aprovechamos para hacer un pequeño trekking a la Estupa de la Paz, erguida en lo alto del lago que está pegado a la ciudad y con unas vistas fantásticas. Nos acabamos despidiendo esa noche con una cena en un restaurante local (siendo los únicos extranjeros en la calle cuando terminamos y eso que son sólo las 11 de la noche) y nos mentalizamos para nuestra siguiente semana de Yoga (Ommmmmmmm)



viernes, 16 de octubre de 2009

Bikaner, Mandawa y Delhi. Fin primera parte India

Empezaremos diciendo que de Bikaner no vimos casi nada, si acaso el fuerte de la ciudad por fuera aunque ya llegando al hotel. La cuestión es que estábamos un poquillo cansados y teníamos que elegir entre dar una vuelta por la ciudad o irnos a un pueblo que se llama Deshnok (a unos 30 km de Bikaner) para ver el Templo de las Ratas, algo que nos resultaba llamativo, por lo menos cuando lo lees en las guías.


Para entrar en este templo hay que ir un poquillo mentalizado porque desde el mismo momento que pasas el umbral de la entrada, empiezas a ver ratas a punta pala, por el suelo, tejados, barandillas, estatuas, por encima de los pies de la gente (que están como si nada)… cuentan que en el templo hay una rata blanca que si la ves tendrás suerte y tus deseos se verán cumplidos. La verdad es que para Marisol ya fue una suerte inmensa salir del templo en un tiempo record sin ser atropellada por ninguna rata!!

De Bikaner fuimos a Mandawa, ciudad que alberga una gran cantidad de Havelis, y de hecho nuestro alojamiento fue una Haveli que habían reformado, con habitaciones superchulas y la verdad muy acogedor. Tuvimos la suerte que un chico local que se nos enganchó nada más aterrizar, nos enseñara el pueblo y gran parte de las casas que hay, entrando en algunas habitadas por gente, aunque lo que nos dejó un poquillo más fríos es que la gente no se preocupara de cuidarlas, teniendo un aspecto bastante descuidado.


Mandawa es un estilo Jaisalmer o Pushkar, ciudades pequeñas que te las puedes recorrer a pie y en las cuales no tienes los agobios de la gente y coches rodeándote en todo momento. Aprovechamos nuestra estancia para hacer un par de llamadas a las familias a través de locales con el distintivo STD ISD, en los cuales las llamadas son realmente baratas (algo para recordar si se quiere venir a la India).

Finalmente, y tras casi 8 horas de viaje, volvimos a Delhi, nuestro punto de partida, algo cansados pero satisfechos de haber podido tocar algunos de los destinos más significativos en la India y con las ganas de volar a nuestro siguiente destino: NEPAL.


domingo, 11 de octubre de 2009

Por el Desierto del Thar: camellos, dunas y escarabajos

Desde Jaisalmer nos hemos ido a un pueblo que se llama Khouri, a sólo 50 km de Pakistán; de hecho, la carretera se encuentra con militares un poquillo más adelante y te ponen infinitas trabas para evitar que pases al otro país.

Khouri tiene una atracción principal, que son las rutas en camello en plan excursión por las dunas del desierto del Thar, un desierto extremadamente árido y donde el día a día es muy duro: a modo de ejemplo, muchas casas por no decir todas, carecen de agua y las personas que viven deben andar cientos de metros y algún que otro kilómetro hasta pozos naturales para conseguirla y llevarla a sus casas en cuencos en la cabeza.

La experiencia del camello es bastante divertida, aunque a nuestros traseros no creo que les apetezca volver a repetirla en al menos unos cuantos meses, porque han acabado bastante doloridos. La excursión consiste en llevarte durante 3 horas de un lado a otro enseñándote la fauna autóctona (hemos podido ver antílopes), las casas de la gente, los pozos naturales y el entorno en general. Al final, terminas en una duna viendo la puesta de sol, con otros grupos de gente que también han ido en camello, siendo éste uno de los momentos en los que piensas: “qué tranquilidad se respira y qué espectáculo tan relajante… si tuviera una cervecita a mano“. Para nuestra sorpresa, aparece de la nada un chaval con bebida y tras regatear con él por una cerveza de 660 ml (tiene pequeñas pero pujamos por la Kingfisher que es la más grande) nos quedamos otra media hora con la cerveza y pensamos: “ahora sí… esto es vida!!”

Después de la puesta de sol, volvemos en camello a un resort donde nos tienen preparada una cena y un baile con un grupo folclórico local (Marisol bailó un poco con una de las bailarinas). En el tiempo que estamos ahí conocimos a una pareja española, otra alemana y unas chicas irlandesas que viajaban solas, todos ellos super majetes.

A continuación, nos dan la posibilidad de dormir en el resort o volver en camello al desierto para dormir sobre una duna. Nosotros obviamente no lo dudamos: A la duna!! Nos cuesta como media hora en camello llegar, tras lo cual nuestros culetes están al rojo vivo (literal). Te plantan un colchón y unas sábanas en la duna, y te recuestas viendo las estrellas; la verdad que esa primera hora – hora y media, estás anonadado, y te das cuenta que pocas veces en tu vida vas a dormir en el desierto en esas condiciones… tras lo que te quedas frito. Pero a las 4-5 horas, hablo de las 2-3 de la mañana, te das cuenta que no estás sólo y que lo que parecía una rascada en la espalda de tu mujer, no es sino un escarabajo de los de la película de la Momia que está practicando trekking en tu espalda, y que parece estar haciendo señales a sus colegas en la arena (2 o tres más por ahí rondando) para que vengan por ese camino …. Arghhhh!!!!! El salto que doy es de Oro olímpico y me lo quito de un plumazo.


Tras este pequeño susto, me tapo con una manta que nos habían dado ya que hasta ese momento me había puesto sólo una sábana, y me la cierro a cal y canto como puedo (no se me vuelven a meter bichos, pero acabo durmiendo con un ojo abierto y otro cerrado). Marisol es bastante más lista y utiliza el saco sábana que nos compramos en Zaragoza, con lo cual duerme bastante bien, aunque también se percata de los escarabajos porque hacen un ruido bastante peculiar en la arena y pasan varias veces a lo largo de la noche cerca de nuestras cabezas.

Nos despertamos bastante pronto, con las sábanas empapadas en agua, por el efecto de la condensación que ocurre en el desierto y un poco de fresquillo. Vemos la salida del sol aunque para nuestra sorpresa está algo nublado; aún así la vista que tienes es preciosa y merece la pena verse.

Bueno, es tiempo de volver y continuar nuestro camino… la vuelta como no en camello, y nuestros glúteos odiándonos para el resto de la semana. La experiencia es sensacional por no decir irrepetible y por supuesto la volveríamos a hacer!! (con un saco - sábana y unos cojines en el culete mejor que mejor jejeje)

Jodhpur, la ciudad azul. Jaisalmer la ciudad dorada

Jodhpur se le conoce por “la ciudad azúl”, porque muchas de las casas que hay, sobre todo en la parte antigua tienen este color. Esto lo hacían para proteger a las casas de los insectos y para mantenerlas más frescas en verano.

En la visita a Jodhpur lo que más llama la atención es su fuerte (Fuerte Meherangarh), que se muestra imponente y dominando la ciudad. De hecho, se tienen unas vistas fantásticas a diversos puntos, aunque mención especial merecen el Jaswant Thanda (un mausoleo pegadito al Fuerte, y que consideran como un pequeño Taj Mahal, aunque nada más lejos de la realidad) y en el horizonte, al Sur, el palacio de la familia real de Jodhpur (el Palacio de Umaid Bawan).



De camino íbamos pensando que sería bastante difícil llegar a conquistarlo y luego efectivamente nos confirmaron que nunca llegó a ser dominado. Aunque por fuera casi parezca más un castillo de los que hay en España, cuando entras dentro se ve perfectamente el carácter Rajasthani, sobre todo por el trabajo que le hacían a la piedra para crear sitios donde las mujeres pudieran mirar sin ser vistas.


De la ciudad destacar los grandes mercados y bazares que hay al lado de la Torre del reloj que son muy interesantes pero como en el resto de ciudades y para ver los puestos, tienes que tener un ojo con los coches, tuc-tus, vacas… que pasan pegados a ti. Destacar una parte mucho más tranquila, de callejuelas estrechas donde los locales están comprando sus cosas y especialmente llamativos los puestos de especias, de legumbres, de hortalizas…pegados a esta torre.


De Jodphur hemos ido a Jaisalmer (la ciudad dorada), a unos 300km. Se encuentra en medio del desierto y es una ciudad pequeñita muy agradable ya que se puede ir andando a todos los sitios. Aquí también hay un fuerte dominando la ciudad pero en este caso, el fuerte está habitado, con templos, havelis y mucho comercio. Pasear por dentro está fenomenal porque los coches no pueden entrar así que es mucho más tranquilo, aunque en alguna calle estrechita te puedes encontrar alguna vaca que apenas te deja pasar (de hecho, una vaca casi nos atropella pero nos pusimos en plan toreros para sortearla). Lo más bonito de Jaisalmer es la piedra color oro que tienen la gran mayoría de sus construcciones, incluyendo el fuerte y unas cuantas havelis o casas con fachadas muy trabajadas.

En Jaisalmer conocimos a un grupo de chicas valencianas muy simpáticas que también estaban haciendo la vuelta al Rajasthan(alguna había estado hasta 4-5 veces ya por la India, con lo cual se movían como pez en el agua) y nos contaron que cuando les preguntaban a que se dedicaban (algo que te preguntan siempre que te registras en los hoteles) variaban su respuesta, pero desde horchatera, hasta folclórica y bailaora-cantaora …. Genial!!!!

jueves, 8 de octubre de 2009

Aspectos generales de la India

Después de hablar de tantas ciudades, fuertes, templos y palacios y como llevamos ya dos semanitas por aquí dando vueltas, vamos a contaros cuáles son nuestras primeras impresiones y lo que nos han ido contando de la India.

La India es inmensa y aunque eso lo sabe todo el mundo, nos ha sorprendido realmente las dimensiones que tiene. Los trayectos en tren pueden ser de más de 50 horas de viaje, p.e para un Delhi-Trivandrum (sur). Es cierto que los trenes son bastante lentos y paran frecuentemente, pero es que para cubrir esa misma distancia en avión, se necesitan más de 4 horas. Si se quisiera hacer por carretera igual se tardaba más de una semana… un día contaremos cómo son aquí las carreteras pero para hacerse una idea digamos que para unos 300km hay que contar con unas 6-7h.


La cantidad de habitantes que tiene también es llamativa y las ciudades son también gigantes. Cualquier ciudad de las que te encuentras en el camino, p.e aquí en Rajasthan, tiene de un millón de habitantes en adelante, siendo habituales las ciudades de 5-7 millones de personas. Luego está el caso de Delhi que según donde se consulte o a quién preguntes está en un rango entre 12 y 24 millones, así que los del censo digamos que andan un poco despistados.


Con las grandes distancias que hay obviamente tienen todo tipo de climas, temperaturas, naturaleza… pero en general tienen en común el monzón, que divide sus estaciones en dos, la seca y en la húmeda. Su dependencia del monzón es absoluta, lo que les juega muy malas pasadas porque hay años de mucha sequía en determinadas zonas lo que implica años muy malos para la agricultura, que es la principal fuente de ingresos del país. Fuera del monzón no suele ser habitual que llueva salvo alguna precipitación mínima, por eso las lluvias tan fuertes que están teniendo estos días les tiene totalmente desconcertados y dicen que es la primera vez en más de 50 años. La temperatura también les está volviendo un poco locos y es que ahora que estamos en Rajasthan a unos 40ºC tampoco es normal para este tiempo, donde esperarían tener unos 30ºC.

Otra cosa en común para toda la India es la hora. Curiosamente tres horas y media de adelanto respecto a la española (es el primer país en el que estamos que la diferencia no es en horas completas). Esto también tiene de peculiar que p.e en las islas de Andaman, que están muy al este, a las 4.30 am ya sea de día y a las 5pm de noche.


Las comidas nos imaginamos que variaran mucho en función de las distintas regiones. Por lo que hemos visto nosotros, lo más típico y que lo comen hasta en el desayuno es un plato que constaría de arroz, curri con vegetales y pan indio (p.e naan). En general son vegetarianos, los más religiosos no comen ni huevos ni prueban el alcohol. En ciudades sagradas para los hindús, como Pushkar, llevan un régimen vegetariano absoluto y ni siquiera en los hoteles se puede encontrar nada no vegetariano. En el resto de ciudades puedes encontrar de todo pero nunca ternera ni cerdo (ni siquiera en McDonalds). Nosotros nos hemos adaptado muy bien a estas comidas y nos gustan bastante. Otro día escribimos comidas con nuestros platos favoritos, pero hay unas cuantas que solemos repetir. En general aquí comen todo muy especiado y picante, pero en los restaurantes te lo suelen adaptar y no nos hemos encontrado hasta ahora ningún sitio donde no nos lo pudiéramos comer.

Respecto a la religión, también varían mucho los números que nos dicen, pero parece que un 60% serían hindús, unos 30% musulmanes y el resto de religiones varias. En principio conviven en armonía unas con otras, aunque también han tenido sus disputas en el pasado. La religión hindú se caracteriza entre otras cosas porque tienen muchísimos dioses, probablemente más de mil. Unos son aceptados por todos como Shiva, Vishnu y Brahma y otros dependen de las zonas. Los hindús, suelen ir a los templos a hacer ofrendas de flores y a rezar y cuando van les ponen un puntito rojo entre las cejas como que han estado en el templo. Lo del punto rojo también tiene más significados para las mujeres y por ejemplo un punto rojo y una raya hacia arriba significa que están casadas.

El tema de las castas, que en principio sigue vigente, no se hace fácilmente patente para el turista y en estos días no hemos podido observar diferencias ni sabríamos decir a que casta pertenece una persona u otra. Una cosa que si nos pareció curiosísima en relación a esto es que en los periódicos hay secciones extensísimas de matrimonios, es decir donde se buscan novias o novios. En cada anuncio se especifica la casta a la que se pertenece y se pone como es la novia o novio que se busca. Generalmente, de la misma casta, de buena familia, con x medidas y con x trabajo… leerlo es de lo más interesante!!

Para terminar y ahora sí que resumiendo muchísimo porque se podrían escribir libros sobre cómo es la India, decir que es un país fascinante donde la gente en general tiene muy buenos valores y uno se siente bastante seguro, pero que tiene una parte menos bonita y mucho más triste y es que el país por lo que nos han dicho tiene muchísimo dinero pero no lo invierte en desarrollo ni en la gente, con lo cual la gran mayoría de la gente es muy pobre y los salarios son muy bajos. Tienen como endémicas enfermedades que en la mayoría de países se han erradicado ya hace años. Tampoco hay educación gratis con lo que hay muchos niños que no pueden ir al colegio. En general también se ve todo bastante viejo y sucio y el tema de la recogida de basuras tampoco está muy al día. Tienen cortes de luz habituales y el agua caliente es casi un lujo, por no decir el agua corriente en algunas zonas rurales.



Lo que nos han dicho es que el país está cambiando a pasos agigantados hacia una occidentalización. Pero por lo que hemos visto hasta ahora, tiene que cambiar mucho para llegar a los niveles occidentales a los que estamos acostumbrados y sería muy difícil augurar cuánto tiempo les puede llevar. De cualquier forma es uno de los países con mayor potencial de crecimiento, no en vano es uno de los países BRIC, así que quién sabe si en unos añitos sufre un cambio radical y todo lo que estamos viendo y contando pasa a ser parte de la historia de este país…. Lo que sea que suceda, que sea para su bien!

martes, 6 de octubre de 2009

Nos adentramos en el Rajasthan: Udaipur y Ranakpur

Después del pequeño alto en Pushkar hemos emprendido camino a Udaipur, lugar emblemático y denominado de muchas formas: “La Venecia del Este”, “La ciudad sobre el lago” o algo menos romántico “La ciudad donde se rodó la película de James Bond: Octopussy” (de hecho es muy curioso que en muchos restaurantes y cafés locales todos los días sobre las 19:00 – 19:30 ponen esta película … es buena, pero tanto como para ponerla cada dos por tres no creo yo).

Lo más interesante de Udaipur se concentra alrededor del Lago Pichola: el City Palace, el Lake Palace (un hotelazo de lujo en medio del lago) y el Jag Mandir (otro palacio, pegado al Lake Palace). Visitamos el City Palace y un templo que está pegadito a éste (Jagdish Temple), además de callejear un poquillo. Tras esto, nos fuimos a uno de los lados del lago para ver el espectáculo del atardecer en Udaipur, todo ello aderezado con un arroz y unos noddles en uno de los restaurantes que mejores vistas tiene de la zona (Rte Ambrai)– tuvimos mucha suerte porque fue finalizar la cena y llegar al hotel, y cayó una tromba de agua brutal.


Al igual que otras ciudades de la India, Udaipur también tiene Gahts y la gente se concentra en estos al amanecer y atardecer. Como curiosidad, uno de los días coincidimos con un grupo de unas 40-50 personas concentradas en uno de los Gaths, y resulta que estaban celebrando que habían vuelto de peregrinación de Varanasi y estaban de fiesta, con charanga y todo!!Nosotros hemos estado alojados en un Haveli típico de Rajahstan al lado del lago Pichola reconvertido a hotel, la verdad que muy chulo, con una vista desde la azotea espectacular (Hotel Pichola Haveli). Un Haveli era antaño una casa de la gente más rica, generalmente mercaderes, y que consta de varios pisos todos muy decorados.

Ah! De Udaipur decir también que intentamos hacer Yoga, pero nos quedamos en el intento, porque cuando fuimos a un sitio que recomendaba nuestro libro y vimos al profesor de Yoga, por poco nos da un susto: parecía Don Pimpón pero resfriado, pues estaba todo el rato tosiendo…. Vamos, que tiramos la bomba ninja y pensamos que ya tendríamos tiempo de hacer yoga en otro sitio.

Tras Udaipur y rumbo a Jodhpur, del cual hablaremos en el siguiente post, hemos parado en Ranakpur, que está en un valle muy verde y donde hay una serie de Templos (Jain Temples) que nos han dado la impresión de ser muy parecidos a los templos de Cambodia de Angkor Wat por la parte de fuera y que el principal tiene todo el interior labrado en mármol y cuenta con más de 1400 columnas talladas, además de elefantes y deidades. La verdad que no esperábamos encontrar algo así y nos ha gustado un montón – quizás porque hemos podido verlo sin hordas de turistas, que han llegado casi una hora más tarde. Para entrar en los templos aunque las guías ponen que los turistas pueden entrar a partir de las 12, a las 11 ya puedes entrar y lo ves mucho más tranquilo.

domingo, 4 de octubre de 2009

Pushkar, un alto en el camino

Al llegar a Pushkar, tras unas tres horas de coche desde Jaipur, nos encontramos un pueblecito muy pequeño, en el que a diferencia de todos los lugares donde hemos estado hasta ahora en la India, se puede ir andando a todos los sitios, aunque eso sí, como en todos, sin aceras… compartiendo el mismo trocito de calle con los vendedores que te intentan llevar a sus tiendas, los coches, cientos de motos, bicis, rickshaws y cómo no, vacas que se pasean tranquilamente de un lado a otro sin que nadie las moleste; ah! y por si faltaba algo, también hay camellos, ya que es un sitio típico para excursiones con camellos y también te los encuentras por la calle.

Pushkar es un pueblo sagrado para los hindús, tiene más de 400 templos que se encuentran rodeando un lago, que para nuestra sorpresa… lo estaban drenando y removiendo toda la arena del fondo, con lo cual estaba sin agua!!!. Habíamos leído en la guía que han pasado muchos años sin agua por sequías pero que ahora por fin se había vuelto a llenar. Por lo visto, cada vez que llueve, se arrastraba mucha arena de las montañas y el nivel de residuos era tan alto que apenas había ya profundidad. Nos contaron que van a estar trabajando en esto unos 3 años así que posiblemente en los próximos años no se pueda admirar el reflejo de los templos sobre el lago y tendrán que posponer todos los baños purificadores que hacían desde los Ghats.

Aprovechando que estábamos en un sitio tranquilito y que en medio día estaba ya todo visto, decidimos dedicarlo a descansar. A la piscinita, a darnos paseos, a hacer alguna comprita (nos compramos los dos ropa tradicional india) y a cenar bien (encontramos un sitio perfecto llamado Raju, baratísimo y buenísimo en una terraza con vistas al no-lago).

Hablando con unas chicas de Australia, nos contaron que ellas solían ir vestidas con la ropa típica de las mujeres de aquí y que la gente lo apreciaba e incluso las trataban mejor en las tiendas. A mí ya se me había pasado por la cabeza pero no estaba segura como se lo tomarían si como ofensa o si les gustaría, pero con su recomendación decidí comprarme un sari* y ponérmelo. La verdad que con tanta tela se pasa algo de calor, pero claro, también es normal porque estábamos a 40º, aunque por lo demás la experiencia fue alucinante. Cada puesto que había en la calle te decían algo al pasar, a todo el mundo, hombres y mujeres les encantaba, todos decían que era muy bonito, que quedaba fenomenal… la verdad que para pasar desapercibida no es, porque por la tarde que no lo llevaba algunos me reconocieron y me preguntaron donde lo había dejado.

Además de pasearnos varias veces por el pueblo, unas llamando la atención más que otras, fuimos a iniciarnos en el mundo del yoga y dimos una clase de hora y media los dos con un hombre que lleva haciendo yoga casi desde que nació y que da unas clases geniales. No sé si será cierto, pero cada postura va bien para un tipo de dolencia y practicando al parecer puedes controlarlas. Tienen tratamientos de varios días combinando masajes y yoga para determinadas dolencias. Yo le dije que me dolían las cervicales y me hizo unos masajes en el dedo gordo de la mano que dolían un montón. Me dijo que si lo hacía todos los días en una semana se me habría pasado, así que voy a probar a ver si funciona, total no pierdo nada, sólo un pelín de daño en el dedo de vez en cuando!. Os dejamos una fotito de la clase de Yoga y el nombre del profesor por si alguien va a Pushkar ya que es altamente recomendable! (Dr. Kamal Pandey y su web es http://www.pushkar-yoga.com/)


*Ahora ya hay bastantes chicas jóvenes que visten como en occidente pero la mayoría de las mujeres todavía llevan la ropa tradicional, que la hay de dos tipos: el sari (una tela larga de unos 6 metros que se dobla en la cintura a modo de falda larga y se deja una parte para pasarla sobre el hombro, aunque luego lo llevan de formas muy variadas cubriendo también los dos hombros o incluso la cabeza y la cara. Además lo acompañan con un top de manga corta y que deja parte de la tripa visible). La otra opción es un salwar kameez (tres piezas, un blusón largo, unos pantalones y un pañuelo largo alrededor del cuello con las dos puntas hacia atrás).

jueves, 1 de octubre de 2009

Primer contacto con Rajasthan: Jaipur

Al llegar a Jaipur se empieza a notar ya el exotismo de este estado: la combinación de palacios, fuertes, templos, con una zona desértica o semidesértica; los bonitos colores de los saris de las mujeres ya que aquí son especialmente llamativos por su colorido; en el caso de los hombres, muchos de ellos sobre todo en zonas un poco más rurales, van vestidos de blanco con turbantes en colores naranjas, rojos o amarillos.

En Jaipur hay sobre todo dos cosas especialmenteAl llegar a Jaipur se empieza a notar ya el exotismo de este estado: la combinación de palacios, fuertes, templos con una zona desértica interesantes para ver. El City Palace, donde todavía vive el Maharaja y un poco a las afueras el fuerte Amber. Para fotografiar también es muy bonito el Palacio de los Vientos, desde donde las mujeres podían mirar a la calle sin ser vistas y el Jal Mahal, un palacio en medio de un lago.

En el City Palace se puede ver un museo con la vestimenta que utilizaban antiguamente y algunos de los decorados que tenían en el palacio, como alfombras gigantes de unas sola pieza, la sala para audiencias privadas o unos jarrones de plata que dicen son los mayores del mundo (los usó el Maharaja para una visita a Londres, ya que no se fiaba del agua que le iban a dar y se las llevó llenas de agua del Ganges). Lo más llamativo es un patio interior, al que se puede acceder por cuatro puertas, cada una de ellas decoradas de forma distinta y que representan las cuatro estaciones. La más bonita e importante es la del monzón. Desde aquí se tiene le mejor vista del palacio donde vive el actual Maharaja.



Los Maharajas eran antes los reyes de cada región dentro de Rajasthan pero actualmente ya no tienen ningún poder o influencia política pero como poseen muchas tierras y edificios siguen manteniendo su estatus. El palacio debe ser muy bonito por dentro y parece ser que si que se puede visitar con una reserva y 2500 INR por persona (mucho dinero para el coste de la vida en la India donde una botella de agua de 1l de agua vale de media 15 INR y una comida completa en un sitio chulo 125 INR).

El Fuerte Amber está en una zona montañosa a unos 10 km de la ciudad. La primera vez que se ve desde la carretera impresiona bastante porque es una construcción gigante en los mismos tonos de la montaña. Además de esto dado que antes había muchos animales por la zona y no querían que entraran (eso nos han contado) está toda la montaña rodeada por una gran muralla (parecida a la China aunque nos imaginamos que con menos km). Para subir al fuerte, lo más típico es en elefante aunque también se puede subir en jeep o a patita. Nosotros teníamos incluido el elefante, pero aunque al principio parece muy divertido, después de 15 minutos a 40grados, sólo pensábamos en llegar de una vez (encima nuestro elefante era el más lento de la manada y todo el mundo nos adelantaba). Lo más bonito del fuerte, una sala llena de espejitos diminutos recortados e incrustados en la pared. Al parecer los trajeron de Bélgica porque aquí no existían por aquel entonces.

Además de esto Jaipur es conocida por ser la ciudad rosa. Esto es debido a que en la ciudad antigua, toda amurallada, todos los edificios tienen una tonalidad rosácea. Las teorías de porque es rosa son varias pero unos dicen que se cubrió así para esconder los materiales tan pobres con los que estaban hechas las casas y otros cuentan que está así porque cuando vino el gobernador de Inglaterra la engalanaron a modo de bienvenida. Fuera por lo que fuese, queda muy bonito y le da un toque muy especial.

En Jaipur hemos estado en un hotelito pequeño pero con encanto “Dera Rawatsar”, tipo los Riad marroquíes pero adaptado a la India. Tenía una piscina y jardines con mesitas en el jardín para tomar bebidas. Ahí conocimos a un grupo de ingleses y australianos y estuvimos con ellos cenando y luego en la piscina hasta la medianoche (que bien que se estaba!!). En definitiva, altamente recomendable, unas habitaciones mejores que otras pero te la pueden cambiar si no te gusta.