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miércoles, 6 de enero de 2010

Lipe by Noelia

Lulo y Marisol me habían contado lo chula que era la isla y la verdad es que no se habían equivocado … ha sido una pasada!

Para llegar cogimos un bus desde Kuala Lumpur a Hat Yai, que ya es Tailandia, y desde aquí un coche a Pak Bara, un pueblecito desde cuyo puerto tomaríamos un barco que nos llevaría a nuestra isla. En total unas 15 horillas de viaje, aunque como la mayor parte del trayecto la haces de noche, casi ni te enteras.

Cuando llegas a Ko Lipe, el barco te deja en una especie de muelle flotante, a unos 100 metros de la playa; desde allí coges un long-tail, un barquito de pescadores, que te acerca por unos 50 Baths por persona (1 €) a la orilla.



El agua era totalmente transparente, se veían los pececitos y los corales a través del agua de tonos turquesas y una gama de azul-verdosos increíbles. La arena tenía un color blanco y era tan finita que te masajeaba los pies cuando andabas… Desde que llegamos a la islita fuimos descalzos, que sensación de libertad! Además Ko Lipe tiene el tamaño perfecto, porque es pequeña y puedes ir a todos los sitios andando, resultando muy cómoda.



Para fin de año, el ambiente en la isla era mágico. De hecho hay muchos tailandeses y malayos que se desplazan a Ko Lipe a pasar la Noche Vieja. Los fuegos artificiales que iluminaban el agua del mar junto con las velitas que había encendidas en la playa, le daban un toque bohemio. Además, es típico encender una especie de lamparitas de papel, que una vez encendidas suben al cielo y lo iluminan hasta que desaparecen en el horizonte. En la playa no paraban de encenderlas aunque debían de tener su truco porque algunas no conseguían volar y caían el agua… era muy divertido. Toda esta iluminación, fuegos, la música de los bares, gente bailando, tumbada en la arena tomando cocteles, convertían la noche vieja en un momento único y extraordinario pero difícil de captar con la cámara.





El snorkel en Ko Lipe es espectacular y puedes encontrar en la superficie multitud de peces y vida marina: peces payaso entre los pólipos morados, barracudas, peces loro comiendo con su pico, corales de diversos colores… además el sitio es muy accesible, justo al lado de la playa.

Igualmente hemos estado haciendo submarinismo: Lulo se ha sacado el Advance, del PADI; Merche y Marisol han hecho varias inmersiones de recreo; yo me he sacado el Open Water, eso sí, después de estudiar infinito y hacer ejercicios en el agua hasta que se me ha puesto cara de pez. Tuvimos 3 días superintensos en los que Merche y Lulo hicieron juntos una inmersión nocturna llena de aventurillas, nos dieron un curso de identificación de peces y yo hice mil ejercicios con las gafas…La sensación de bucear es muy chula, como si volaras, a la vez que relajante y que te permite ver peces asombrosos como morenas enormes, peces león y peces escorpión camuflados en las rocas.





Y hablando de peces, el pescado de la isla era muy rico! hay varios restaurantes donde eliges el pescadito fresco y te lo preparan al momento. Calamares, doradas, rape, ostras, langostinos… es muy barato y además los saboreas al aire libre tranquilamente. Lo mejor eran los calamares (el kg costaba 5 euros) y una de las noches, fuimos a un restaurante con Mark, Julia y Eric, instructores de la escuela de buceo y que nos lo recomendaron porque según ellos era el mejor sitio para comer calamar de la isla. No se equivocaban…. Qué buenos estaban!!.Mientras cenábamos, nos contaron el día a día de la isla y sus historias antes de ser profesores de buceo que resultaban ser de lo más variopintas. Costaba imaginarlos en una oficina entre 4 paredes.



Otro atractivo cuando estás en la isla son los masajes que te puedes dar por unos 6 euros, estilo Thai (con la ropa) o con aceites (sólo con el bañador), mientras escuchas el sonido del mar con el que te quedas de lo más relajadito. Te estiran todos y cada uno de los músculos así que te dejan como nuevo... Nada mejor después de un día de buceo!!!

Resumiendo en 2 líneas: Ko Lipe es un destino que nos ha dado una noche vieja inolvidable, un buceo muy divertido y lleno de aventurillas y un sitio al que nos encantaría regresar!!!



domingo, 20 de diciembre de 2009

Tailandia, islas y playas

Nunca habíamos entendido muy bien porque Tailandia era un destino tan popular entre los viajeros, sobre todo teniendo alrededor países tan interesantes como Cambodia, Myammar, Laos o Vietnam, de tal manera que para nosotros aunque siempre estaba nuestra lista de países asiáticos para visitar, no le prestábamos mucha atención. Ahora lo entendemos perfectamente, sobre todo en cuanto a playas e islas se refiere. Si se quieren unas vacaciones de playa con aguas transparentes, buena temperatura, un fondo marino lleno de corales y peces, una buena gastronomía y gente muy amable, este país es sin duda el destino perfecto.
















En cualquier momento del año, siempre hay una opción que pueda ofrecer todo lo anterior. Hace un par de años estuvimos en la zona Este, en Ko Samui y Ko Tao y nos encantó, sobre todo Ko Tao, una isla perfecta para relajarte, pasarlo bien y con un buceo espectacular. Este año, decidimos pasar por la costa Oeste (la costa de Andaman) en nuestro camino hacia Malasia y es tanto o más espectacular si cabe, que la otra zona. El ir a una u otra costa de vacaciones lo condiciona la época del año en que se viaja, porque los monzones son muy intensos y obviamente a nadie le gusta unas vacaciones pasadas por agua...

En aproximadamente dos semanas hemos visto Krabi (Ao Nang y Railey), Ko Hong,Ko Ha, Ko Phi Phi, Ko Lanta, Ko Ngai, Ko Muk, Hat Yao y Ko Lipe. Entre ellas y a nuestro parecer se encuentran algunas de las playas más bonitas del mundo y lo que todas te aseguran son aguas cálidas y transparentes. Dada la gran oferta, se puede encontrar de todo, desde islas donde apenas hay unos pocos bungalows, hasta zonas hiperdesarrolladas (quizás demasiado) donde puedes encontrar cualquier cosa que necesites. Para moverte de una isla a otra, es muy cómodo ya que todas están unidas por barco y te llevan y te traen desde el hotel hasta la zona de embarque al comprar el billete (a veces no hay puerto y te llevan en una barquita -o en inglés longtail- hasta el barco).















Lo cierto es que hemos estado más de lo previsto y nos hubiéramos quedado por aquí bastantes más días ya que la cantidad de islas es inmensa y en todas hay cosas interesantes para hacer, desde tumbarse en una hamaca a leer tranquilamente, trekkings, buceo, snorkell y en las más grandes desde coger una moto para ir de playa en playa hasta hacer safari en elefante.

Hemos aprovechado además en estos días a sacarnos el PADI (el título que te permite bucear en cualquier parte del mundo) en Ko Lanta; Lulo ya está pensando en sacarse el Advance ya que ha encontrado en el buceo una pasión oculta!!



Desde las islas hemos dado un salto a Malaysia para además de visitarla, recoger a nuestras amigas Merche y Noelia, que vienen a estar unos días con nostros. La isla de Ko Lipe (la isla más al sur de Tailandia y que está a sólo una hora de Langkawi que es ya Malasya) será el lugar donde celebraremos la Noche Vieja y nos tomaremos las uvas en la playita, algo que veníamos haciendo desde hacía ya unos años todos juntos aunque en la nieve (nos falta Javi pero podremos una silla en su honor), y una experiencia que queríamos experimentar al menos una vez en la vida.



martes, 15 de diciembre de 2009

Bangkok y las vistas desde el Sirocco

Una vez abandonamos Hong Kong, no sabíamos si parar un par de días Bangkok, porque estábamos ya con el cuerpo y la mente en las playas infinitas del Sur de Thailandia, pensando además del calorcito (en Diciembre tienes una temperatura media de 30 grados) en largos paseos por la playa, buceos en cristalinas aguas y masajes con puestas de sol que te quitan el hipo (no negaréis que estaríais locos por llegar…)

Bangkok lo conocíamos de un viaje que hicimos hace unos años pero nos habíamos prometido a nosotros mismos que si volvíamos a Thailandia y pasábamos por esta ciudad, teníamos que parar inexcusablemente por uno de los sitios más impresionantes en que habíamos estado: el Restaurante – bar Sirocco, en Silom Road, en el piso 64, que tiene varias terrazas que dan al exterior y con unas vistas de toda la ciudad por la noche espectaculares (para ver más fotos de Sirocco pulsa aquí) - los mojitos los hacen de muerte!!!


Si se visita Bangkok por primera vez quizás lo más típico es ir por el río cogiendo uno de los ferries y visitar la zona de los templos de Wat Pho (donde hay un Buda gignte tumbado), Wat Arum (con un montón de estupas, edificaciones como las de Nepal) y Wat Phra Kaew – Gran Palacio (con un buda esmeralda pequeñito) y esperar que te aborden en la zona de los templos los locales diciéndote que los templos están cerrados o que hay otro más típico no muy lejos, o mejor aún, que hay una fábrica de gemas que sólo abre 2-3 veces al año y que ese día precisamente abre al público … vamos, que no hay que hacer ni caso!!. En la foto de abajo con uno de los locales jejeje...


Hicimos un recorrido a patita por la mañana que empezaba por la zona de Chinatown, que cuenta con un mercado para locales realmente gigantesco y en el que las posibilidades de agobiarte por la densidad de gente que hay son especialmente altas, y terminamos en un restaurante al lado del río a mediodía, habiendo visitado un par de templos por el camino, entre ellos el del Golden Budda (uno con una imagen de oro macizo de Budda que pesa una barbaridad y que su valor en euros es desorbitado).


También aprovechamos para ver Khao San, una zona repleta de Hostales para gente viajera y de tiendas y puestos callejeros de todo tipo (tienen como acuarios donde pones los pies y los peces te hacen una especie de masaje, algo curioso). Esta zona también es famosa porque aquí se rodó la primera parte de la película “La Playa” de Leonardo di Caprio – más adelante os enseñaremos dónde se rodó el resto de la película!!.


Y como estábamos en Thailandia y el estrés podía con nosotros, pues como que teníamos que hacernos un masaje local. Para ello, nos fuimos a un club que se parecía más a un spa de un hotel de lujo que se llamaba Healthland, donde además de extranjeros iban locales (lo cual te da ciertas garantías de que no es una turistada), gigantesco y con cientos de habitaciones, con un ir y venir continuo de masajistas y con precios iguales a los de otros sitios de la ciudad, en torno a 450 BHT (9 €) por dos horas.