jueves, 11 de febrero de 2010

La Ora Na desde Tahiti y Moorea

Llegamos a Polinesia!!! La isla de Tahiti nos recibió tras sufrir un día antes, los efectos de uno de los ciclones más fuertes de su historia reciente. Por suerte, el ciclón pasó a 300 km de la isla, pero aún así estuvieron una noche entera con un viento terrible y cortes de luz continuos, y sus efectos quedaron patentes en árboles y tejados destrozados. Los ciclones son relativamente raros en esta zona y dicen que suele haber uno fuerte cada 10-12 años, coincidiendo cuando el fenómeno del Niño pasa de la zona del Atlántico al Pacífico – qué casualidad que nos tocara pensamos.

Debido al ciclón, el tiempo de los dos primeros días fue un poco raro, con lluvias intermitentes y un calor sofocante entre las mismas. El agua del mar también andaba bastante revuelta, y concretamente al lado de Papeete estaba marrón-rojizo en vez de su color turquesa habitual. Aunque empezábamos a preocuparnos con todo esto (ir a Polinesia para encontrarte este panorama no es que sea muy alentador), nos tranquilizaron diciéndonos que en dos días, la arena y tierra del agua empezaría a sedimentar y el ciclón con su fuerza se llevaría todas las nubes de la zona, dejándonos sol y calor para unos cuantos días, cosa que así ha sido.

Nos habían contado que Tahiti no es como la típica postal que uno espera de Polinesia, y es verdad, pero tiene su encanto. Su capital y la ciudad más grande de la Polinesia Francesa es Papeete. Nos llamó la atención que cuando llegas, y sea la hora que sea, te recibe un grupo de músicos y una local muy maja ataviada con un traje típico, que te da la flor nacional que se llama Tiare y que huele francamente bien. Las flores se encuentran omnipresentes en la vida de los polinesios y éstas se suelen llevar como adorno detrás de la oreja (en la izquierda si estás casado o comprometido)

Papeete es una ciudad muy pequeña y se recorre andando en poco tiempo; tiene algún edificio colonial interesante y un mercado típico polinesio que es chulo para un primer contacto y para las compritas de último día.



Nosotros pasamos aquí dos días con unos amigos, David y Eva, que conocimos a través de couchsurfing, una web donde la gente ofrece una cama o sofá en su casa. Nos vinieron a buscar muy amablemente al aeropuerto cuando llegamos por la noche y al día siguiente nos enseñaron la ciudad. Por la noche y para cenar, fuimos a la Place Vaiete donde se ponen unas cuantas caravanas (aquí Roulottes) con mesas y sillas alrededor y montan restaurantes exteriores improvisados, con muchas opciones y con comida rica, rica y relativamente bien de precio. El plato más típico es el “Poisson cru” (pescado crudo y leche de coco).

Al cabo de dos días y tras coger un pase de avión con Air Tahiti para las Islas de la Sociedad, salimos pronto por la mañana hacia Moorea. Realmente fue el viaje de avión más corto de nuestra vida. En tan sólo 5 minutos estábamos ya aterrizando y en 10 estábamos con las maletas en la puerta del aeropuerto esperando a que nos vinieran a buscar.



Moorea es otra isla que está muy cerquita de Tahiti, de hecho la veíamos desde la casa de David y Eva, y se puede hacer también en un ferry que tarda media hora, aunque con el mar revuelto pues como que no apetecía mucho.

Cuando se ve Moorea desde el avión, entonces sí que uno tiene delante lo que imaginaba sobre las islas de la Polinesia. Una isla muy montañosa, muy verde y rodeada por una laguna de colores que van del turquesa al azul celeste. En dos palabras: IM - PRESIONANTE! Aquí pasamos dos días, principalmente descansando, aclimatándonos al calor y haciendo mucho snorkell!



Moorea está habitada sobre todo en la parte Norte. Tiene una carretera que la circunvala por la costa y que tiene unos 60 km. Como casi todas las Islas de la Sociedad, apenas tiene playas y las que hay se encuentran en los “motus” que son islas que se forman en la barrera de coral que rodean la isla y forman la laguna. En Moorea concretamente, la laguna tiene bastante profundidad en la zona del centro y cuando se acerca a la barrera de coral se vuelve muy superficial, llegando en algunos puntos a cubrir sólo por los tobillos. Las actividades típicas son el snorkelling y el buceo aunque también se estila el trekking, ya que tiene mucha montaña y desde algunos picos, las vistas son impresionantes.



Lo mejor: nuestro primer contacto con rayas y tiburones!!!! La dueña del hotel en que estábamos nos llevó de excursión con una barquita a una zona donde suelen acudir estos animales, y la experiencia fue genial. Las rayas son super curiosas, les encanta jugar y se dejan acariciar (son muy suaves!). Es más, les gusta que les quites la arena de encima así que se posan en el suelo y se van cubriendo de arena conforme se la vas quitando!!! … se nos caía la baba con ellas). Loa tiburones no son muy grandes, como mucho un metro y medio, y se pasaban el rato dando vueltas en nuestra zona. Primero se acercó el primer tiburón, un baby porque era enano y fue dejar todo para ir a verlo. Luego vino uno más grande y también fuimos nadando detrás para verlo lo más cerca posible. Un rato después, aunque vinieron varios y estuvieron dando vueltas al lado nuestro como estábamos tan entretenidos jugando con las rayas, casi no les hicimos ni caso…. quién nos lo iba a decir!!





Por ponerle un pero a todo esto: si no tienes un coche o barca (los cuales son algo carillos), estás vendido – a menos que tu localización sea excepcionalmente buena o que tengas tanta la pasta suficiente para pagar diariamente entre 80 – 150 euros por el desplazamiento.

3 comentarios:

  1. ¡¡Hola chicos!!
    Que alegria, despues de cinco dias recibir una nueva entrega.Vemos que estais hechos unos valientes, pues las rayas son gigantes,y aunque sean pacificas impresionan.Los paisajes estan repletos de sensual colorido, como magistralmente
    los pintaba Paul Gauguin (uno de mis favoritos)
    ¿Vais a visitar Marquesas Islands?.
    El blog nos resulta ameno y util, pues hay muchos informacion y curiosidades.!!!seguir asi!!!
    Millones de besos
    Ara & Luis & ZAra
    PD Izarbe........¿ya? abrazos

    ResponderEliminar
  2. "...como estábamos distraidos jugando con las rayas no nos dimos cuanta que nos rodearon los tiburones..." ale y se quedan tan a gusto !

    ResponderEliminar
  3. por cierto

    besos,
    Merche

    ResponderEliminar