Desde Isla de Pascua volamos hasta Santiago de Chile, que suponía nuestra entrada al continente americano. En Santiago estuvimos dos días en casa de unos amigos, Maria Paz y Christophe, con los cuales pudimos visitar algunas partes de la capital y alrededores.
El primer día fuimos a la zona de Bellavista, un barrio con aire bohemio, que cuenta con bares, restaurantes y locales de artesanía local, todos ellos abarrotados de gente y que disfrutaban en las terracitas del caluroso fin de semana en el que estábamos. Ya aquí probamos algunos de los platos típicos chilenos como el Bife o el Churrasco (carnes), acompañados con una jarra de cerveza local. En Chile, antes de servirte la comida, es muy típico que te pongan lo que se conoce como Pebre (tomate, cebolla y picante, para untar con el pan); muy cerca de ahí, cogimos un teleférico que nos subió al Cerro de San Cristobal, donde se tienen vistas de todo Santiago.
El segundo día, nos fuimos a las afueras, a una reserva conocida como el Santuario de la Naturaleza, donde se juntan muchas familias en fin de semana y montan picnics. Además, como es una zona montañosa, aprovechamos para hacer un trekking por el área, que estaba llena de cactus salvajes. El único “pero” a ese día es que se nos perdieron unas gafas de sol al estar nadando en un río con corriente bastante fuerte.
Desde Santiago partimos a Viñas del Mar, donde nos esperaban Alfredo y Araceli, familiares nuestros y que hacía años nos habían visitado en Zaragoza. Teníamos una gran emoción por conocerlos a ellos y a sus hijos (habíamos conocido a Alfredo en Isla de Pascua), ya que hasta entonces sólo nos habíamos comunicado por email. Cuando vimos a Araceli y a Julio (su yerno) en la estación y salieron a recibirnos, fue como si nos conociéramos de toda la vida!. Ya en su casa, pudimos conocer como a 13 sobrinos nuestros (suena como si fueran un montón, pero lo gracioso es que aún nos faltaron como unos 20 por conocer!)
Durante el tiempo que estuvimos con ellos, además de estar como en casa, pudimos visitar Valparaiso y Viñas, dos ciudades que están pegadas la una a la otra y son retiro vacacional para los habitantes de Santiago. En especial para noche vieja donde los fuegos artificiales son legendarios y en verano por sus playas.
Viñas nos pareció la típica ciudad veraniega, muy animada y con muchísimas actividades en la playa. Además coincidió con el festival de música de Viñas, muy famoso en Chile y donde hay numerosos conciertos durante una semana. Como curiosidad, aquí es donde se dio a conocer Julio Iglesias en Sudamérica.
Valparaíso fue una ciudad muy importante antes de que se hiciera el Canal de Panama, ya que era parada obligada de todos los barcos que transitaban la zona. Tras la construcción del canal y el terremoto del 60 que destrozó gran parte de los edificios, cayó un poco en decadencia y sólo recientemente cuando se han dado cuanta del potencial turístico que tenían, han empezado a restaurarlas en su forma original devolviendo el glamour que una vez tuvieron.
María Soledad (una de las hijas de Araceli y Alfredo) y su marido Julio, se ofrecieron a enseñarnos Valparaíso más en detalle, así que junto con ellos, visitamos los Cerros de Concepción y Alegre, dos de los cerros que más turísticos y que más se han restaurado. Están los dos juntos y desde ellos se observan unas vistas privilegiadas de todo el puerto pero sobre todo destacan las del resto de los cerros ya que están totalmente cubiertos de casas de distintos colores prácticamente una encima de la otra. Las calles son tremendamente empinadas (de hecho son típicos los ascensores para subirlas) y pasear por ellas es una delicia ya que constantemente tienes vistas al mar y a los otros cerros. Las casas tienen todas colores distintos y se han restaurado como eran originalmente, con paneles de hojalata cubriendo las fachadas. Concretamente en estos dos cerros han abierto numerosos restaurantes y alojamientos , lo que ha hecho que esta zona tenga mucha vida sobre todo en los meses de verano y fines de semana.
De ahí nos fuimos a ver una de las casas de Pablo Neruda(escritor y político chileno), llamada La Sebastiana y que se encuentra en otro de los cerros. La visita es muy interesante sobre todo porque Pablo Neruda era un gran coleccionista y en esta casa se pueden ver todo tipo de objetos curiosos que le gustaba coleccionar. Por otra parte, no nos extraña nada que aquí se inspirara para escribir sus obras ya que las vistas desde los distintos pisos son más que impresionantes.
Aunque nos hubiéramos quedado días y días con nuestros familiares - todavía nos acordamos de esas tardes maravillosas con gran parte de la familia tomando las once (como llaman en Chile a la merienda) o el Pisco Sour (bebida típica chilena por excelencia) con el aperitivo antes de la cena -continuamos nuestro camino hacia el Sur, hasta Puerto Mont y Puerto Varas. Estas ciudades están en la Región de los grandes lagos y es lugar de veraneo de muchos chilenos, además que desde Pto Mont salen barcos y cruceros hacia algunos de los puntos más recónditos del país como Chiloé o la grandiosa Laguna de San Rafael.
Desde Pto Varas, visitamos el pueblo de Frutillar, donde se tienen unas vistas chulísimas del volcán Osorno, y la zona del lago de Todos los Santos. En este último dimos un paseo en barca con maravillosas vistas a los volcanes Osorno y Puntiagudo destacando sobre el lago color turquesa y los Saltos de Petrohué (una zona de cascadas creadas por los canales de lava en el río).
Nuestra intención era seguir bajando hacia el Sur, hacia la Patagonia Chilena, pero a partir de aquí las comunicaciones son bastante escasas, dejándonos como opciones un ferry a el Chaiten, un pueblo asolado por un volcán en los dos últimos años y a partir del cual no se sabe si hay autobuses o no, un barco que baja hacia Punta Arenas costosísimo que sale una o dos veces a la semana.
Con esas opciones tan prometedoras y por mucho que nos pesara porque debe ser una zona espectacular decidimos cruzar hacia Argentina y bajar por este país, aunque supusiera una vuelta bastante larga. Lo bueno es que conocimos una zona que nos encantó y que dejamos para el próximo capítulo… Bariloche y alrededores.
El primer día fuimos a la zona de Bellavista, un barrio con aire bohemio, que cuenta con bares, restaurantes y locales de artesanía local, todos ellos abarrotados de gente y que disfrutaban en las terracitas del caluroso fin de semana en el que estábamos. Ya aquí probamos algunos de los platos típicos chilenos como el Bife o el Churrasco (carnes), acompañados con una jarra de cerveza local. En Chile, antes de servirte la comida, es muy típico que te pongan lo que se conoce como Pebre (tomate, cebolla y picante, para untar con el pan); muy cerca de ahí, cogimos un teleférico que nos subió al Cerro de San Cristobal, donde se tienen vistas de todo Santiago.
El segundo día, nos fuimos a las afueras, a una reserva conocida como el Santuario de la Naturaleza, donde se juntan muchas familias en fin de semana y montan picnics. Además, como es una zona montañosa, aprovechamos para hacer un trekking por el área, que estaba llena de cactus salvajes. El único “pero” a ese día es que se nos perdieron unas gafas de sol al estar nadando en un río con corriente bastante fuerte.
Desde Santiago partimos a Viñas del Mar, donde nos esperaban Alfredo y Araceli, familiares nuestros y que hacía años nos habían visitado en Zaragoza. Teníamos una gran emoción por conocerlos a ellos y a sus hijos (habíamos conocido a Alfredo en Isla de Pascua), ya que hasta entonces sólo nos habíamos comunicado por email. Cuando vimos a Araceli y a Julio (su yerno) en la estación y salieron a recibirnos, fue como si nos conociéramos de toda la vida!. Ya en su casa, pudimos conocer como a 13 sobrinos nuestros (suena como si fueran un montón, pero lo gracioso es que aún nos faltaron como unos 20 por conocer!)
Durante el tiempo que estuvimos con ellos, además de estar como en casa, pudimos visitar Valparaiso y Viñas, dos ciudades que están pegadas la una a la otra y son retiro vacacional para los habitantes de Santiago. En especial para noche vieja donde los fuegos artificiales son legendarios y en verano por sus playas.
Viñas nos pareció la típica ciudad veraniega, muy animada y con muchísimas actividades en la playa. Además coincidió con el festival de música de Viñas, muy famoso en Chile y donde hay numerosos conciertos durante una semana. Como curiosidad, aquí es donde se dio a conocer Julio Iglesias en Sudamérica.
Valparaíso fue una ciudad muy importante antes de que se hiciera el Canal de Panama, ya que era parada obligada de todos los barcos que transitaban la zona. Tras la construcción del canal y el terremoto del 60 que destrozó gran parte de los edificios, cayó un poco en decadencia y sólo recientemente cuando se han dado cuanta del potencial turístico que tenían, han empezado a restaurarlas en su forma original devolviendo el glamour que una vez tuvieron.
María Soledad (una de las hijas de Araceli y Alfredo) y su marido Julio, se ofrecieron a enseñarnos Valparaíso más en detalle, así que junto con ellos, visitamos los Cerros de Concepción y Alegre, dos de los cerros que más turísticos y que más se han restaurado. Están los dos juntos y desde ellos se observan unas vistas privilegiadas de todo el puerto pero sobre todo destacan las del resto de los cerros ya que están totalmente cubiertos de casas de distintos colores prácticamente una encima de la otra. Las calles son tremendamente empinadas (de hecho son típicos los ascensores para subirlas) y pasear por ellas es una delicia ya que constantemente tienes vistas al mar y a los otros cerros. Las casas tienen todas colores distintos y se han restaurado como eran originalmente, con paneles de hojalata cubriendo las fachadas. Concretamente en estos dos cerros han abierto numerosos restaurantes y alojamientos , lo que ha hecho que esta zona tenga mucha vida sobre todo en los meses de verano y fines de semana.
De ahí nos fuimos a ver una de las casas de Pablo Neruda(escritor y político chileno), llamada La Sebastiana y que se encuentra en otro de los cerros. La visita es muy interesante sobre todo porque Pablo Neruda era un gran coleccionista y en esta casa se pueden ver todo tipo de objetos curiosos que le gustaba coleccionar. Por otra parte, no nos extraña nada que aquí se inspirara para escribir sus obras ya que las vistas desde los distintos pisos son más que impresionantes.
Aunque nos hubiéramos quedado días y días con nuestros familiares - todavía nos acordamos de esas tardes maravillosas con gran parte de la familia tomando las once (como llaman en Chile a la merienda) o el Pisco Sour (bebida típica chilena por excelencia) con el aperitivo antes de la cena -continuamos nuestro camino hacia el Sur, hasta Puerto Mont y Puerto Varas. Estas ciudades están en la Región de los grandes lagos y es lugar de veraneo de muchos chilenos, además que desde Pto Mont salen barcos y cruceros hacia algunos de los puntos más recónditos del país como Chiloé o la grandiosa Laguna de San Rafael.
Desde Pto Varas, visitamos el pueblo de Frutillar, donde se tienen unas vistas chulísimas del volcán Osorno, y la zona del lago de Todos los Santos. En este último dimos un paseo en barca con maravillosas vistas a los volcanes Osorno y Puntiagudo destacando sobre el lago color turquesa y los Saltos de Petrohué (una zona de cascadas creadas por los canales de lava en el río).
Nuestra intención era seguir bajando hacia el Sur, hacia la Patagonia Chilena, pero a partir de aquí las comunicaciones son bastante escasas, dejándonos como opciones un ferry a el Chaiten, un pueblo asolado por un volcán en los dos últimos años y a partir del cual no se sabe si hay autobuses o no, un barco que baja hacia Punta Arenas costosísimo que sale una o dos veces a la semana.
Con esas opciones tan prometedoras y por mucho que nos pesara porque debe ser una zona espectacular decidimos cruzar hacia Argentina y bajar por este país, aunque supusiera una vuelta bastante larga. Lo bueno es que conocimos una zona que nos encantó y que dejamos para el próximo capítulo… Bariloche y alrededores.
ESPAÑOLES POR EL MUNDO:HOY CHILE
ResponderEliminar!!!Hola chicos¡¡¡
Es un impacto descubrir la blanca cadena montañosa que enmarca todo el territorio.La "cordillera" está siempre presente asi como infinidad de cerrros y volcanes.
Las fotos siguen siendo preciosas, Las casas con esos colores tan llamativos, recuerdan a muchos paises centro -europeos, posiblemente se deba a una influencia colonialista.
Pues es sabido que en Chile hay muchos descendientes de Holandeses, Alemanes etc...
Ha sido unos dias maravillosos , con calor familiar en una gran Familia ( en calidad y numero) y sobre todo despues de esa gran tragedia que asoló el pais no le haya afectado a ningun miembro.
Esperamos ansiosos noticias de Bariloche
Millones de Bss
Ara & Luis & Zarita
Lulo Y Marisol, estoy fascina con su Blog y estoy al tanto de donde estan y que estan haciendo por eso lugares que han visitado.
ResponderEliminarEs como leer un libro de aventuras !!! Viendo sus historias y experiencias....
Los Felicito y nuevamente les vuelvo a decir que estoy Muy Feliz de haberlos conocidos y recibido en mi casa con mi Familia...
También espero verlos pronto.
Un abrazo Grande... María Paz, Christophe y Chame
Deberían patrocinaros el viaje!!! Chile no era uno de mis objetivos de viaje, pero tal y como nos lo habéis presentado voy a tener que vivirlo en persona :)
ResponderEliminarUn beso chicos,
os echo de menos!!!
Merche